La OMS define la demencia como un síndrome, generalmente de naturaleza crónica o progresiva, caracterizado por el deterioro de la función cognitiva (entendida esta como la capacidad que engloba todas las funciones superiores del ser humano), más allá de lo que podría considerarse una consecuencia normal del envejecimiento.
El adjetivo senil se usaba antiguamente debido a que la mayoría de los afectados, desarrolla demencia en la vejez, después de los 65 años, con lo que la demencia se veía como una parte inevitable del mencionado envejecimiento.
¿Cuáles son los síntomas y las fases de la demencia?
Los síntomas de la demencia pueden clasificarse en 2 grandes grupos:
- Cognitivos.
- Conductuales.
El predominio de unos síntomas sobre otros va a depender del origen de la demencia, aunque al tratarse de un cuadro degenerativo, con el paso del tiempo tienden a ir empeorando.
Así pues los síntomas que pueden encontrarse en una demencia, que estarán más o menos marcados, dependiendo de la fase de la misma, son:
- Problemas de memoria, que tienden a ser los primeros en aparecer y casi siempre son detectados por otra persona.
- Dificultades para memorizar o realizar actividades que requieran pensar. Su capacidad de comprensión se ve alterada y son frecuentes los malentendidos.
- Problemas con el lenguaje, que suele iniciarse con dificultad para encontrar el nombre de los objetos y a medida que el cuadro progresa, el enfermo es incapaz de encontrar las palabras o mantener una conversación. Incluso habrá dificultades para pronunciar las palabras y acabará sin hablar.
- La desorientación espacial y/o temporal también aparece, lo que se traduce en que si el enfermo sale a la calle, es muy probable que se pierda y, en lo que respecta a la noción del tiempo es muy probable que no sepa en qué año, mes o día está.
- A las dificultades para comunicarse debido a los problemas del lenguaje, se unen cambios de personalidad o humor, así como pérdida de habilidades sociales, que pueden generar comportamientos inapropiados en público, e incluso conatos de agresividad.
- Otro problema es el cambio de horario, tendiendo a dormir de día y estar insomne durante la noche; esto incrementa el riesgo de alucinaciones, delirios y depresión.
- El enfermo pierde su capacidad de razonamiento, con lo cual no es capaz de determinar la peligrosidad de sus acciones.
- Aparecen también dificultades de movimiento, que son debidas a la incapacidad para coordinar las rutinas de la vida diaria.
- A medida que el cuadro avanza, también surgen incontinencia urinaria y fecal.
¿Cómo diagnosticar una demencia?
El diagnóstico de una demencia y el tipo de la misma no suele ser especialmente fácil, pues de entrada no hay ninguna prueba que diagnostique por sí sola la demencia.
No obstante, desde hace poco tiempo, se dispone de biomarcadores que facilitan un diagnóstico más preciso para la enfermedad de Alzheimer
El médico revisa los antecedentes médicos y los síntomas, llevando a cabo también un examen físico.
En definitiva, el citado diagnóstico se basa en la evaluación neuropsicológica y en las pruebas de imagen.
EVALUACIÓN NEUROLÓGICA
El médico evalúa las habilidades cognitivas del paciente: memoria, habla, percepción visual, atención, resolución de problemas, movimiento, sentido y otras áreas.
PRUEBAS DE IMAGEN
- Tomografía computarizada o resonancia magnética.
Ambas exploraciones pueden verificar si hay evidencia de accidente cerebrovascular, sangrado, tumor o hidrocefalia.
- Tomografía por emisión de positrones.
Muestra patrones de actividad cerebral y si el cerebro presenta depósitos de proteína amiloide, la cual es una formación característica que se observa en la enfermedad de Alzheimer.
ANÁLISIS CLÍNICOS
Algunos análisis de sangre permiten detectar problemas físicos que pueden dañar la función cerebral (baja actividad de la glándula tiroidea, deficiencia de vitamina B12).
A veces se analiza el líquido cefalorraquídeo con la finalidad de detectar signos de infección o inflamación, o bien, marcadores de alguna enfermedad degenerativa.
EVALUACIÓN PSIQUÁTRICA
Tiene como finalidad determinar si alguna afección de salud mental, como la depresión,contribuye a los síntomas.
¿Qué profesional sanitario atiende a un enfermo con demencia?
Una vez que ya se tiene claro, como se ha repetido varias veces, que la pérdida de memoria u otros déficits cognitivos no forman parte de un envejecimiento normal, lo más común es que sea el médico de atención primaria, conocedor de la historia clínica del paciente, quién determine que ese enfermo debe ser derivado a otro nivel asistencial.
En ese otro nivel asistencial, al enfermo se le harán las pruebas pertinentes para determinar qué exámenes necesita el citado enfermo.
¿Cómo tratar la demencia?
La mayoría de las demencias, sean del tipo que sean, no tienen curación; únicamente se puede controlar los síntomas durante un tiempo.
Básicamente se distinguen 2 tipos de terapias: farmacológica y no farmacológica.
Terapia farmacológica
Se distinguen varios grupos de fármacos que pueden ser útiles.
Una vez hecha esta advertencia, se analizan ahora los fármacos que pueden mejorar temporalmente la sintomatologíade la demencia.
- Inhibidores de la colinesterasa
- Estos compuestos actúan sobre un neurotransmisor (la importancia de los neurotransmisores para el buen funcionamiento del sistema nervioso, se trató en el post dedicado a los antidepresivos), en este caso la acetilcolina, la cual se encarga del funcionamiento de la memoria y del razonamiento.
- Suelen emplearse fundamentalmente en la enfermedad de Alzheimer, aunque también tienen cierta utilidad en otras demencias como la vascular, la que se produce por la enfermedad de Parkinson o la demencia con cuerpos de Lewy.
Terapia no farmacológica
Algunos de los síntomas y problemas de comportamiento que aparecen en las demencias, pueden beneficiarse de medidas que supongan un cambio en el estilo de vida y de un tratamiento no farmacológico.
Tales tratamientos incluyen:
- Modificación del entorno
- Terapia ocupacional.
- Simplificar tareas.
No debe olvidarse nunca, que en cualquier patología, por complejo que sea su diagnóstico, en cuanto aparezcan los primeros síntomas indicativos de que algo no marcha bien, es fundamental acudir al médico y tratar de tener un diagnóstico lo más temprano posible.
UN DIAGNÓSTICO TEMPRANO ES IMPORTANTE EN PATOLOGÍAS DE LARGA EVOLUCIÓN.